Un comienzo como el tiempo otoñal
Cuando el otoño viste las colinas de Măgurei de tonos malva, cada paso por los senderos de la Vía Bacovia se convierte en un poema.
Nuestra excursión de fin de semana, también plasmada en el post de la página oficial de la Vía Bacovia, fue algo más que una simple salida a la naturaleza: fue un viaje a través de la tranquilidad, los colores y el suave aliento del otoño en Bacău.
Salimos temprano por la mañana con mochilas ligeras y el corazón abierto desde la parada del autobús. El aire era fresco y la luz del sol nos llegaba o no nos llegaba. El bosque a los pies del Măgurei nos recibió con un olor limpio a tierra húmeda y hojas, y el silencio sólo lo rompían nuestras pisadas y aquí y allá los ladridos de los perros, felices de que hubieran llegado turistas a la ruta.
El camino que une el presente con la historia
La ruta elegida forma parte de la red Vía Bacovia, una iniciativa que aúna movimiento, historia y patrimonio. En la zona de Măgurei, la naturaleza está en armonía con lo rústico y la vida de la gente.
Entre ellos se encuentra Emil Brăescu, el noble visionario que construyó la escuela del pueblo y dejó tras de sí la mansión Rosetti-Brăescu, símbolo de responsabilidad y elegancia de antaño.
La ruta sigue antiguos senderos, caminos de carro y tramos de bosque que se abren a vistas inesperadas y suaves calveros. Es ese momento en el que te das cuenta de que el turismo local no es sólo movimiento, sino también conexión con el lugar.
Paisaje que habla en color
Las fotos del post lo dicen todo: el follaje de la montaña, el cielo despejado, el grupo de senderistas sonrientes. Aquí el otoño tiene una intensidad especial: es como si cada árbol quisiera ser pintor, cada valle quisiera convertirse en poesía.
De vez en cuando, un amplio claro nos ofrecía un lugar perfecto para hacer una pausa. Un tentempié, una broma, una sonrisa… y vuelta a la carretera. Nadie tenía prisa; todo el mundo parecía sentir que era más importante “estar allí” que “llegar a alguna parte”.
Por qué nos gustan estas excursiones
La Vía Bacovia no es sólo senderos señalizados. Significa comunidad. Significa amigos saludándose en el punto de partida por la mañana y compartiendo té caliente a la llegada.
Significa redescubrir la naturaleza local, los lugares cercanos a casa, las raíces culturales y las historias que dan identidad a Bacău.
Esta excursión fue la prueba de que no hacen falta grandes distancias para vivir una aventura. Todo lo que hace falta es un paso, un día despejado y la voluntad de mirar el mundo que te rodea de forma diferente.










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Mientras descendíamos de vuelta al pueblo, el sol se ocultaba tras las colinas. La luz era cálida, dorada, y todo parecía tranquilizarse.
Volvimos a casa con las mejillas sonrojadas, las botas llenas de polvo y el corazón ligero.
Recorrer la Vía Bacovia no es sólo una experiencia turística: es una vuelta al equilibrio, a la poesía que llevamos dentro y a la sencilla belleza de la naturaleza.
Y si aún no has estado… bueno, el otoño es el momento perfecto para descubrirla.
